Trastornos alimenticios en adolescentes

Trastornos alimenticios en adolescentes

Aunque no existe causa exacta de los trastornos de la alimentación, se ha logrado determinar que los adolescentes son más propensos a padecerlos dados los cambios físicos y emocionales que enfrentan y que pueden llevar a la ansiedad, la depresión y el estrés, a lo que se suman presiones académicas y sociales, estereotipos asociados a la belleza y el éxito, entre otros.

De acuerdo con los investigadores, los deportistas y los bailarines son más vulnerables a desarrollar este tipo de trastornos como una forma de controlar su peso y estatura para asegurar un buen desempeño deportivo y artístico. 

El trastorno de alimentación se define como un “son manifestaciones extremas de una variedad de preocupaciones por el peso y la comida experimentados por mujeres y hombres”, siendo los más comunes los siguientes: 

Anorexia: Se presenta cuando el joven come poco o deja de comer para llegar a un peso corporal peligrosamente bajo, adicionalmente realizan ejercicio físico excesivo.  Las personas con anorexia  están obsesionadas por ser delgadas y tienen una visión distorsionada de la forma y el tamaño de su cuerpo. Se preocupan constantemente por la cantidad de calorías que comen, pueden tomar laxantes, pastillas para adelgazar o diuréticos para bajar de peso. 

Bulimia: Se presenta cuando la persona come en exceso y después vomitan o usan laxantes para eliminar la comida de su cuerpo, también pueden hacer ejercicio todo el tiempo. Suelen sentir que no pueden dejar de comer y solo logran detenerse cuando están demasiado llenos como para seguir comiendo o si recurren a medidas extremas como dañar la comida para no consumirla más. A veces, comen alimentos que no están cocidos o que aún están congelados, o toman alimentos de la basura.  

Trastorno por atracón:  Es cuando se ingieren grandes cantidades de alimento en un corto período de tiempo, incluso cuando la persona no tiene hambre, esconden comida para otros atracones, sienten que no pueden controlar la necesidad de comer en cantidad.  A menudo se avergüenzan por la cantidad de alimentos que comen. Intentan hacer dieta sin éxito o prometen dejar de comer tanto. Como resultado, tienden a tener sobrepeso u obesidad.

Los adolescentes que padecen algún trastorno de la alimentación necesitan ayuda profesional para tratar su cuerpo y su mente, por lo que es importante que los padres estén atentos a las señales que pueden indicar el problema, entre los cuales se encuentran: 

 

  • Saltarse las comidas de forma recurrente o entrar en ayuno seguido.
  • Baja de peso apresurada, apariencia delgada y demacrada.
  • Obsesión con el peso y las calorías que consume por lo que se pesa constantemente.
  • Realiza ejercicio en exceso.
  • Manifiesta permanentemente inconformidad con su figura (forma, tamaño y peso).
  • Evita asistir a actividades sociales que impliquen presencia de alimentos. 
  • Temperatura corporal baja.
  • Depresión y falta de energía. 
  • Va al baño inmediatamente después de las comidas.
  • Solo ingiere alimentos dietéticos o con bajo contenido de grasa (excepto durante los atracones).
  • Ingiere laxantes, diuréticos o enemas de manera regular.
  • Usa ropa holgad para ocultar la pérdida de peso.
  • Realiza rituales de comida, por ejemplo, masticar cada bocado una cierta cantidad de veces.
  • En las mujeres puede faltar el periodo menstrual o tener períodos irregulares.

Si usted identifica algunas de estas señales en su hijo, hable con él, manifiéstele sus preocupaciones y ofrézcale su apoyo y ayuda, no entre en recriminaciones o juicios, sea amable, escúchelo y oriéntelo.   Los trastornos de alimentación son tratables, quienes los padecen pueden aprender a comer gradualmente y recuperar sus hábitos saludables de nutrición, pero dado que estos trastornos involucran cuerpo y mente, se debe acudir a ayuda especializada con médicos, psicólogos y nutricionistas.

Consecuencias de los trastornos de alimentación


Dependiendo del tipo de trastorno, quienes los padecen pueden presentar afecciones cardiacas, fallo renal, desnutrición severa, obesidad, diabetes e incluso la muerte. 
De forma inmediata los efectos visibles son: 

  • Anorexia: Caída en la presión sanguínea, el ritmo respiratorio y el pulso, pérdida de cabello o rotura de uñas. ausencia de la menstruación, crecimiento de lanugo (pelo suave que puede crecer en toda la piel), mareos o incapacidad para concentrarse, anemia, hinchazón en las articulaciones y huesos frágiles.
  • Bulimia: Dolor constante de estómago, daño en el estómago y los riñones, caries,  mejillas de ardilla" (cuando las glándulas salivales se expanden de forma permanente a causa de los vómitos frecuentes), ausencia de la menstruación y pérdida de potasio lo que puede favorecer los problemas cardíacos e, incluso, provocar la muerte.
  • Atracón: Aumento de peso, diabetes, afecciones cardíacas y algunas otras enfermedades relacionadas con el sobrepeso.