Sin embargo, algunos niños presentan dificultades para procesar la información debido al mal funcionamiento de sus sentidos, generando problemas que se manifiestan en hiperactividad, falta de concentración, déficit de atención, problemas de aprendizaje, apatía motora, etc.

Estas dificultades ocurren porque el cerebro tiene problemas para organizar la información que recibe a través de los sentidos haciendo que los niños sean excesivamente sensibles al sonido, a los aromas, a las imágenes, a los sabores, entre otros estímulos sensoriales. 

En este sentido, se han determinado básicamente dos formas de disfunción sensorial: hiper e hipo.   Los niños que poseen un sistema sensorial “hiper” reciben la estimulación de forma fuerte, es como si vieran, oyeran y/o sintieran demasiado. Por su parte, quienes tienen sistema sensorial “hipo” no reciben la estimulación necesaria y buscan constantemente distintas fuentes de estimulación.

Si bien las deficiencias del procesamiento sensorial no son un problema cognitivo, los niños que las presentan pueden tener dificultades a lo largo de su proceso de aprendizaje, por lo que es importante determinar el problema  para realizar los ajustes necesarios en el entorno y brindar al niño el apoyo terapéutico necesario. 

Los niños con dificultades hiper pueden presentar los siguientes comportamientos: 
•    Incapacidad para tolerar luces brillantes y ruidos fuertes.
•    Desplazamientos aparentemente torpes chocando con la gente y los objetos dado que no tiene la capacidad de identificar su espacio corporal en relación con otros.
•    Falta de concentración y distracción generada por cualquier ruido.
•    Huir inesperadamente de sitios donde se siente abrumado. También puede presentar crisis emocionales.
•    Miedo a muchedumbres, y en general sitios con alta afluencia de personas. 
•    Evita abrazos, caricias, en general contacto físico, incluso con adultos conocidos
•    Rehusa usar algunas prendas de vestir o calzar porque le pican, le aprietan, en general le molestan.

Los niños hipo sensibles carecen o tienen poca sensibilidad de su entorno por lo que  buscan más estimulación sensorial. Pueden presentar las siguientes conductas: 
•    Tienen necesidad constante de tocar a las personas o los materiales, gusta de abrazos fuertes.
•    Presentan alta tolerancia al dolor y no entienden su propia fuerza.
•    Tienen dificultades con el espacio personal, por lo que son torpes y sin coordinación.
•    Son inquietos, buscan movimientos rápidos, dar vueltas, subir a los muebles y saltar, en general actividades que impliquen chocar contra algo.

Recomendaciones para trabajar frente a problemas sensoriales

Deficiencias hipo 
-    Ejercicios básicos con luces como proyectar luces sobre las paredes en un espacio oscuro, jugar con el niño a atrapas la luz.
-    Realizar masajes de presión en todo el cuerpo, realizar actividades que permitan estimular la sensación de fio y calor (agua caliente y fría, secador)
-    Estimular su olfato iniciando con olores fuertes y gradualmente pasar a más suaves. 
-    Colocar incienso o esencias para ambientar a casa con un aroma diferente cada día. 
-    Estimular el sentido del gusto con sabores fuertes para llegar a suaves. 

Deficiencias hiper
-    Usar filtros de colores que permitan reducir la sensibilidad a la luz en el papel. 
-    Tocar, abrazar y masajear al niño suavemente y con cuidado de tal forma que el niño acepte el contacto cada vez más perdiendo miedo a la cercanía.
-    Ofrecer al niño olores suaves como agua, mantequilla, azúcar, e ir escalando a frutas, café,  hasta llegar a olores fuertes como vinagre, perfumes, etc. 
-    Al igual que con los olores, se iniciará ofreciendo sabores suaves inicialmente y de forma gradual llegar a sabores más intensos.